miércoles, 3 de agosto de 2011

Empieza la campaña

En las elecciones de mitaca se escogen los funcionarios del nivel más bajo de la administración del Estado: concejos municipales, alcaldes, asambleas departamentales, gobernadores. En este tipo de elecciones se hacen más visibles los vicios de nuestro ordenamiento político y la crisis de los partidos.

En Bogotá, el candidato del partido verde a la alcaldía, que era partido de oposición el año pasado, se convirtió en, también, candidato del partido de la U, y el proceso de definición de esa candidatura sacó a Antanas Mockus del partido verde, y culminó con la entrada de este partido, en la coalición que apoya al gobierno Santos.

No critico éstas decisiones sino que me limito a señalar las volteretas de la política en Colombia. En Medellín, hay un caso aún más enredado, y es el del candidato Luís Pérez a la alcaldía. Primero quiso presentarse a nombre del partido liberal, pero después de algunas dudas no obtuvo el aval. Luego quiso ser candidato de cambio radical, pero tampoco recibió apoyo. Después se presentó a nombre del partido conservador, pero aunque consiguió el apoyo local de ese partido, las directivas nacionales no lo avalaron. Por último se presentó por firmas y se espera que vaya a tener muchos votos, aunque es poco probable que gane la alcaldía.

Ciertamente, lo que se ha visto hasta ahora es poco serio y poco convincente. Otros candidatos han recorrido un camino más sensato, pero el hecho es que esta campaña empieza prácticamente sin oposición, el partido verde en la coalición, y el polo democrático destrozado por el desastre de la administración de Bogotá, lo que le resta interés y produce sensación de que no habrá propiamente debate electoral, y la oportunidad de elegir en función de los ideales políticos será sustituido por la movida en cuestión de alianzas, el marketing, y la mecánica electoral.

Los partido están muy divididos internamente pero a la vez las fronteras son difusas entre ellos, al tiempo que se percibe, y pensando en otras realidades que también juegan, se percibe una reactivación de la guerrilla, y mucha actividad, en las pequeñas poblaciones, de las bandas criminales ambos interesados en hacerse visibles y a la vez buscar tener una mano dentro de la administración de los municipios, ofreciendo a los políticos locales apoyo económico y estratégico.

Con todo, la campaña está arrancando y faltan menos de tres meses para que se renueve nuestra los ejecutivos y legislativos locales y regionales, que no tendrán, probablemente muchas sorpresas. La imagen del gobierno no es mala y aunque se ve difícil el avance más allá de la lucha contra la corrupción, y de una lenta aplicación de la ley de víctimas, hay que reconocer sus buenas intenciones, y su fuerte apoyo político.